¿Cómo se realiza? Es un tipo de cateterismo cardiaco. Mediante punción en la vena femoral (en la ingle) se introducen unos catéteres y se llega hasta venas pulmonares. Con el catéter se crean lesiones circunferenciales alrededor de la desembocadura de las venas pulmonares y para ello se pueden emplear diferentes formas de energía: calor (radiofrecuencia), frío (crioablación) o mediante campo pulsado. El procedimiento se realiza con anestesia general o sedación profunda y su duración en total suele ser en torno a 2 h. ¿Cuándo es necesaria una ablación? En más del 50% de los casos, los fármacos fracasan en el intento de disminuir las crisis de arritmia o sus síntomas acompañantes. Para estos pacientes, la técnica de ablación de la FA es el principal recurso existente. Clásicamente sus indicaciones eran cuando los fármacos antiarrítmicos no controlaban los episodios de arritmia o producían efectos secundarios importantes que limitaban al paciente. Hoy en día también se acepta la ablación como una opción en pacientes que no desean tomar fármacos antiarrítmicos y prefieren una opción que ha demostrado claramente ser más efectiva.
Figura 1: Imagen de la aurícula izquierda tras un procedimiento de aislamiento eléctrico de las venas pulmonares. Las venas se muestran en color gris porque no hay activación eléctrica. En la aurícula izquierda se ve con colores la zona donde sí hay activación eléctrica (tras la ablación). A la izquierda se muestra una visión posterior de la aurícula izquierda y a la derecha una visión anterior de la misma. ¿Qué riesgos tiene una ablación?
La técnica no está exenta de riesgos (embolia, hematoma/hemorragia, estenosis de la vena pulmonar, parálisis del nervio frénico, perforación cardiaca …), pero éstos ocurren en menos del 5% de los casos. No obstante, siempre que se indica este procedimiento, es porque los beneficios esperables superan ampliamente los eventuales riesgos de complicación. ¿Qué porcentaje de éxito tiene una ablación cardíaca? La ablación de FA consigue que entre un 70-90% de los pacientes queden libres de la arritmia, aunque puede que hasta un 10-20% de pacientes necesiten repetirse el procedimiento (la mayoría debido a venas que se reconectan). Es importante llegar a la ablación antes que la FA esté muy evolucionada, ya que en esos casos el éxito de la ablación puede bajar del 50%. ¿Qué no se puede hacer después de una ablación cardíaca? Tras la ablación se debe guardar unas 8-12 h de reposo absoluto y después se deben evitar esfuerzos importantes durante la primera semana, para dar tiempo a que cierre adecuadamente la zona de la ingle por la que se han introducido los catéteres. Pasada esa primera semana el paciente puede hacer vida normal, incluido la práctica de deporte. El paciente deberá estar anticoagulado un mínimo de 2-3 meses tras la ablación, si no lo estaba previamente. Si el paciente tenía indicación de anticoagulación oral previa a la ablación, deberá seguir anticoagulado tras la intervención de forma indefinida. Habitualmente los fármacos antiarrítmicos se mantienen durante los 3 primeros meses tras la ablación de la FA y después se retiran. A pesar de que el paciente se haya realizado un procedimiento de ablación de FA, deberá mantener un estilo de vida saludable. Es muy importante evitar la obesidad. Si el paciente tiene apnea del sueño, debe seguir con el tratamiento para ella. Si desea ponerse en contacto con nuestro equipo de especialistas en arritmias, puede hacerlo a través de nuestro apartado de contacto. Los comentarios están cerrados.
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