SíncopeEs una pérdida brusca de conciencia y del tono postural, de duración breve, con recuperación espontánea sin necesidad de maniobras de reanimación, que se debe a una caída del flujo sanguíneo cerebral. La recuperación es espontánea y completa aunque muchos pacientes refieren encontrarse con malestar general durante horas e incluso días después. En los casos en los que no se llega a perder totalmente la conciencia se le llama presíncope. Es un cuadro muy aparatoso, que asusta a los pacientes y a los que lo presencian pero en la mayoría de los casos no es grave. La causa más frecuente de síncopes son los llamados “síncopes neuromediados o vasovagales”, tradicionalmente conocidos como “lipotimias” que suele producirse por una caída brusca de la presión arterial y/o de la frecuencia cardiaca por lo que al no llegar sangre suficiente al cerebro como medida de protección el paciente cae al suelo llegando mejor la sangre al cerebro al no tener que luchar contra la gravedad. Es más frecuente en mujeres jóvenes o en ancianos, sobretodo si toman medicación para la tensión arterial. El calor (por ej. en verano), la deshidratación, el permanecer mucho tiempo de pie, el dolor (por ej. una extracción sanguínea) son desencadenantes comunes aunque cada paciente tiene los propios. En la mayoría de los casos no existe tratamiento y lo que se realizan son determinadas recomendaciones para evitar las situaciones desencadenantes para saber qué hacer en el momento en que se produzca el síncope.
Sin embargo, algunos síncopes sí pueden ser graves, sobretodo si existe enfermedad cardiaca previa. Pueden deberse a arritmias (tanto taquicardias como bradicardias) por lo que deben ser evaluados por un especialista ya que pueden llegar a requerir el implante de un dispositivo cardiaco dependiendo del caso. |