Además, cuanto mayor sea la obesidad peor respuesta a los diferentes tratamientos. El ajuste de la dosis de un fármaco es más complejo en una persona obesa. Y en obesos los resultados de la ablación son peores y aumenta la probabilidad de complicaciones relacionadas con la intervención. La reducción de peso, aunque sea de forma moderada, ha demostrado la prevención y un mejor control de las arritmias, así como mejoría en otras enfermedades como la hipertensión, la diabetes o la apnea del sueño. En conclusión, si queremos prevenir arritmias o mejorar su evolución, el control del peso debe ser parte esencial del tratamiento. Articulo realizado por el Dr. Díaz Infante Los comentarios están cerrados.
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